El martes 3 de septiembre iniciamos la segunda parte del Ciclo 2013. David Fuks arrancando los recuerdos de la rapacidad del tiempo construyó un recorrido por diferentes textos, lleno de imágenes para pensar la vinculación entre la vida y la memoria: Lo que la muerte rompe es la mutua pertenencia entre el cuerpo y los recuerdos. Su disertación continúa el próximo martes.
Olvidar. Con-memoración, memoria de lo ausente. La memoria salvada puesta a recordar, monere (monita/advertencia), monumentum y muñir, convocar una junta. Damnatio memoriae, la pena de la erradicación de la memoria. Eterno retorno, tensión entre recuerdo y olvido. El olvido como desafío a la ley de la repetición y de representación. In memoriam: A la memoria de el ser en nosotros, del otro como acongojada memoria. Las figuras retóricas del desplazamiento (metonimia) y de la supresión del discurso (aposiopesis). Reminding: indicadores encaminados a proteger contra el olvido. Reminiscing: El recuerdo de uno como reminder para los recuerdos del otro. Recognizing: el reconocimiento, complemento de la rememoración. Ars oblivionis y ars memoriae. Olvido, huella, destrucción, abuso de rememoración y persistencia. La memoria manipulada, impedida y la amnistía. Los sofistas del revisionismo: los que se asemejan a los que dicen la verdad.

Dar sepultura, drama que atraviesa Antígona, tiene que ver con los cuerpos y los recuerdos no se dispersen.
Por otra parte la Revolución Francesa dio lugar a una especie de «Olvido ilustrado», cambiaron nombres de meses por su evocación de los imperios y de las religiones, por ejemplo. Por el contrario, evocaba, el Romanticismo retorna a viejas leyendas de la edad media y gesta la costumbre de visitar los cementerios como visitas turísticas.

Damnatio memoriae, condena a los enemigos borrando sus nombres de documentos, sepulturas y demás lugares de inscripción de los mismo. El destierro también tiene ese carácter.

Se refiere a los altares domésticos, con fotos de familaires difuntos y una vela que está siempre prendida o en la fecha de la muerte del familiar.

La arquitectura de la memoria se puede pensar como un Palacio con distintas habitaciones. En algún momento no recordamos en qué habitación guardamos algún recuerdo, o perdemos las llaves…

El humor de Umberto Eco para ironizar ciertos ‘vicios’ de los intelectuales. Nuevas ciencias, nuevos artes, como el Ars Oblivionaris…

Blanco y negro, muchas veces en el cine se usa para dar dimensión de otras épocas. Creo que nuestra vida es así… pasado, presente y futuro se entrecruzan permanentemente.

Elie Wiesel es un escritor húngaro de nacionalidad rumana superviviente de los campos de concentración nazis. Nunca lo olvidaré, aunque me condenara a vivir tanto tiempo.

Esa falta de memoria que tanto tememos, que se vincula a la vejez, al Alzheimer… Un viejo que entrega, uno a uno sus recuerdos a su hijo, el cual se constituye en guardian de los mismos. ¿Qué testigo sería yo sin mi memoria?

Hades, nombre de un Dios y también del lugar que habitan los muertos. A los muertos sólo podemos abrazarlos en los sueños. No los podemos abrazar porque están más allá del regreso. Han cruzado o bebido del río Leteo,rio del olvido, peor que el Can Cerbero que cuida las puertas del Hades. Al Hedes no llega nadie, es decir, no llegan personas, porque los que llegan ya no son, porque perdieron la memoria.

Encuentro en el Hades de Eneas con su amado padre Anquises. Lo relata de manera muy intensa Virgilio en La Eneida.

Referencia en el Eclesiastés, uno de los libros de la biblia judía, a que los vivos saben que van a morir, pero los muertos no saben nada porque no recuerdan nada y por eso no pueden volver.
Categories: Sin categoría
Tags: David Fuks, memoria, Memoria, olvido