Freud, Ferenczi, Lacan y Perrier. Acerca de la actualidad de sus controversias. Una vuelta por la confusión de lenguas. I
Marcos Esnal, miembro de la École Lacanienne de Psychanalyse
El disertante nos dice: En el trascurso de dos reuniones, intentaré argumentar un pasaje de problemas entre dos generaciones de analistas, retomando una pregunta de Jean Allouch “¿Pero no es ya suficiente disponer, a veces, de problemas bien planteados? Tratándose del análisis, más es demasiado y… demasiado es demasiado”. Trataré, entonces, de que estos problemas y su pasaje queden bien planteados.
Sándor Ferenczi, entre 1920 y 1933, propuso a Freud ,en un intercambio epistolar inédito en español, algunas preguntas relativas a la eficacia del psicoanálisis. La redacción del “Diario clínico” en 1932 da cuenta de esto, y nos permite preguntarnos si no habrá sido más freudiano que Freud en sus preocupaciones de esa época. ¿El psicoanálisis cura a los pacientes? ¿Los cuida? ¿Los auxilia? ¿Qué espera, pregunta Ferenczi en su artículo “Confusión de lenguas entre el niño y el adulto”, a quienes son recibidos en análisis por quienes nunca se analizaron? ¿Sirven de algo las preocupaciones de Ferenczi en un tiempo –el actual- donde la confusión respecto de qué es el psicoanálisis gobierna tanto este asunto que los llamados acompañantes terapéuticos se dividen entre los que interpretan y los que apuntan a las vivencias, por citar un solo tópico de la exitosa política confusional del freudolacanismo rosarino?

En este recomienzo de la segunda mitad del ciclo (julio-agosto) dábamos la bienvenida al público y a Marcos Esnal, habitual invitado al mismo y al «Malestar en la cultura» de los ’90, siempre en este centro cultural (ex Centro Cultural Bernardino Rivadavia), en el cual Marcos comenzó a participar siendo estudiante de psicología y uno de los editores de la famosa revista «de la Perra»

Referíamos que será éste -el del mes de julio- un ciclo rocambolesco, haciendo alusión al Rocambole que menciona Roberto Arlt y no al que conocen los jóvenes: Ricardo Cohen- como ilustrador de las ediciones de Los Piojos. «El personaje de Rocambole encarna TODOS los tópicos de la aventura folletinesca. De hecho no solo es un personaje de folletín (feuilleton en el original francés) que estuvo en los diarios franceses durante trece años, sino que es el personaje de folletín por excelencia. Huérfano, maltratado por una horrenda madrastra (Maman Choupart), amparado por un noble, presidiario durante diez años, desfigurado, cojo, líder de una banda de ladrones, redimido y azote del crimen, elegante, vengador, conocedor de los secretos espirituales (y letales) del Oriente… son tantas y tan vertiginosas las referencias literarias, de cómic y de cine agrupadas en torno a Rocambole que parece mentira que su autor sólo le insuflara vida durante trece años. De 1857 hasta la fecha de su muerte: 1871» Estos tramos de la historia del psicoanálisis, con sus censuras, sus parcialidades y sus cuestiones mafiosas bien pueden inscribirse en el género del folletín rocambolesco!!

Y decíamos que en el mes de agosto, organizado por Mónica Billoni, comenzaremos los homenajes que se harán el año próximo, por los 500 años de la escritura de La Utopía de Tomás Moro. Siendo el año próximo, año de la edición de la misma.Trabajaremos, entonces, en agosto. Utopías.

Marcos hace alusión a Wladimir Granoff, como un quinto miembro que se suma -o se resta- a los cuatro mencionados en el título: Freud, Ferenczi, Lacan y Perrier. Se suma, o se resta, a la manera de la fábula de la herencia de 17 camellos que le deja un árabe a sus tres hijos: —¿Qué les pasa?, preguntó el árabe a los camelleros. —Es que ha muerto nuestro padre y además no podemos cumplir con la ley que regula la herencia de los bienes: La mitad, para el primer hijo, un tercio para el segundo y un noveno para el tercero. —¿Y cuál es el problema? volvió a preguntar el árabe —Es que sólo tenemos 17 camellos, y la ley también prohíbe cortarlos. — No se preocupen, yo les presto el mío y así tienen 18: la mitad son 9, un tercio son 6 y un noveno son 2. La suma da 17 y yo me llevo el mío. (Versión de Daniel Krichman, como lo evoca en la red)

Wladimir Granoff, ruso aristócrata, integró con François Perrier y Serge Leclaire la llamada «troica» encargada de obtener de la IPA (Asociación Internacional de Psicoanálisis, a la cual está vinculada nuestra APA: Asociación Psicoanalítica Argentina) el reconocimiento oficial a la nueva Société Française de Psychanalyse, creada por Lacan. Éste, nos dice Esnal, desea pertenecer a la IPA, pero terminó siendo excluído, él y la enseñanza de su clínica, en lo que llamó una «excomunión» en el año 1964. Excomunión -a la manera de la de Spinoza- que afectaba no sólo al propio Lacan sino a todos sus discípulos y analizantes en relación a pertenecer o no a la IPA y por lo tanto fue desgarradora en un primer momento. No obstante resultó luego ser sumamente beneficiosa para Lacan y el psicoanálisis en general, liberándolo del corset institucional y burocrático que la IPA representaba. Acompañaba a Esnal justamente el libro: «Lacan, Ferenczi y Freud», ilustrado por una Bugatti, dada la afición de Granoff a los autos lujosos y deportivos.

Granoff introduce una cuestión inaugural que Freud no quería hacer pública. Vuelve a hacer referencia Marcos Esnal, en función de las lecturas que viene entrelanzando, la dificultad que representa que se publiquen -por políticas editoriales- parcialmente las cartas entre dos: Por ejemplo: Freud-Ferenczi y no lo que él escribe día a día. Otra cosa es la que se descubre cuando se van cruzando cartas, diarios, publicaciones de cada día y permiten dar cuenta -entre otras cuestiones- de lo que fue esa obra colectiva: El psicoanálisis laico; y los problemas sucitados con los médicos norteamericanos que practican el psicoanálisis como una rama de la medicina. Herencia transferencial de Ángel Garma que vuelca a la APA, cuyos integrantes son todos médicos.

Ferenczi se pegunta por qué la ciencia no se ocupa del amor. Feud lo toma en análisis. Fueron cinco semanas, a la manea como eran esos análisis: todos los días, varias horas por día. Interrogante: ¿Qué auxilio darle al paciente?, si es que hay que darle algún auxilio. Ferenczi: Sin simpatía no hay curación. Ferenczi fue el primero en mencionar el concepto de contratransferencia. Concepto que Freud consideraba no debía ser publicitado, sino trabajado al interior del análisis del analista.

Lacan se está refiriendo a Ferenczi cuando dice todo lo que dice sobre la contratransferencia. German García ha hablado de códigos mafiosos en las instituciones analíticas. Y Esnal evocaba la conferencia dada en julio de 2012, único año en que el ciclo se alojó en el Museo de la Memoria, haciendo alusión específicamente al suicidio de Lydia Marinelli. https://delderechoreves.com.ar/2012/07/20/historias-del-psicoanalisis-nuevas-controversias/ La cura/el cuidado. Cuestiones que se ponen en juego en el trabajo del Acompañante terapéutico. Si seguimos así, dice Esnal, la mitad de la gente va a ser acompañado y la otra mitad acompañantye. Los enfermeros eran los que habitualmente acompañaban.

En esos años de intercambio con Ferenczi nos encontramos también con la controversia entre Freud y Klein. Lo pre-edípico, lo temprano. Melanie Klein construye todo lo que piensa sobre el bebé a partir de la obra de Abrahan y Ferenczi.No se puede leer a Freud sino se lo piensa como algo que se fue construyendo colectivamente. Freud y Ferenczi se conocen en 1908. Ferenczi había oído hablar de Freud a través de Jung. Es la primera vez que alguien que no es de lengua alemana se interesa por el psicoanálisis y esto le convenía a Freud. Carta de fundación de la IPA. ¿Cómo nos vamos a manejar? No somos Ejército, no somos Iglesia, no somos Familia.
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- Freud, Ferenczi, Lacan y Perrier. Una vuelta por la confusión de lenguas. II
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