Del derecho y del revés

Blog del ciclo creado y coordinado por Laura Capella

Letras en tiempos de oscuridad

por Laura Capella, psicoanalista

En 1930, en esa maravillosa obra que es  El malestar en la cultura, en el Capítulo III cuando define al hombre como un dios con prótesis, dice:

la escritura es originalmente el lenguaje del ausente;  la vivienda un sucedáneo del vientre materno, primera morada cuya nostalgia quizá  aún persista en nosotros, donde estábamos tan seguros y nos sentíamos tan a  gusto.

Es notable como ubica en el mismo párrafo al sucedáneo del ausente y del vientre materno. Sabemos que la escritura, como invento humano, nos hace dar el salto de la oscura prehistoria a la historia. Y justamente los escribas, anónimos o no, han dejado testimonio para el fin de los tiempos, de hechos antiguos, lejanos, de historias de quienes están ausentes.

Por otro lado: el inconsciente trata la cualidad de lo psíquico, y está estructurado como un lenguaje. Además  la interpretación de los sueños es la vía regia para el acceso al inconsciente: y al estar éste armado a la manera de los jeroglíficos o la escritura china, en la que los caracteres se interpretan en el contexto, vemos que la escritura ocupa un lugar fundamental no sólo para la historia de la humanidad, sino para la de nuestra subjetividad.

  • El contenido de lo psíquico aparece representado por un texto de esencia irreductiblemente gráfica.

La estructura del aparato psíquico será representada por una máquina de escribir.

En los treinta años que van desde el Proyecto de una psicología para neurólogos (1895) a la Nota sobre el block maravilloso (1925), Freud irá inventando, creando, primero una fábula neurológica para poder dar cuenta de algo que él veía, de una paradoja: un aparato siempre virgen para recibir las percepciones y la presencia de huellas indelebles. Finalmente el invento de la maravilla que significó para Freud el Wunderblock, nuestra pizarra mágica, le proporcionó el argumento para lo que él venía buscando desde hacía treinta años para explicar el funcionamiento del aparato psíquico.

Cuando finalmente Freud renuncia a la neurología y a las localizaciones anatómicas, no abandona sino transforma sus preocupaciones topográficas. Entonces la escritura entrará en escena. “La huella se hará grama[1] y el medio de abrirse-paso un espaciamiento cifrado.

Un año después, la huella comienza a convertirse en escritura. La Carta 52 marca el paso de lo neurológico a lo psíquico. Aparecen los términos: Signo (zeichen) Inscripción (nierderschrift) y transcripción (umschrift).

Escribe Freud a su amigo Fliess: Como sabes estoy trabajando sobre la hipótesis de que nuestro aparato psíquico se ha constituido por una superposición de estratos, es decir, que de tanto en tanto el material existente en forma de huellas mnémicas se somete a una reestructuración, según nuevas relaciones, a una transcripción.

La memoria no está presente una sola y única vez, sino que se repite, se consigna en distintas clases de signos…

A partir de la Interpretación de los sueños (1900) la metáfora de la escritura se va a apoderar a la vez: a) Del problema del aparato psíquico en su estructura.

b) Del problema del texto psíquico en su tejido. Para desarrollos que haré más adelante, anticipo de Gershom Scholem, La Cábala y su simbolismo, Pág. 46: …tiende a decir que la Torá está tejida del nombre de Dios. Parece ser que Chicatilla fue el primero en emplear esta idea de “tejido” (arigá)  para describir cómo el nombre de Dios reaparece siempre en la textura de la Torá.(…) Se dice que la Torá es el nombre de Dios porque constituye un tejido viviente, un “textus” en el sentido exacto del término…

La Interpretación de los sueños será a la vez una lectura y un desciframiento, en tanto el sueño sería una escritura secreta. La escritura psíquica trabaja con una masa de elementos codificados en el curso de una historia individual o colectiva. Pero en sus operaciones, su léxico y su sintaxis se tienen que llevar todo el peso de la interpretación, en la comunicación entre los inconscientes. El soñador inventa su propia gramática.

Freud evoca la escritura china, en la que sólo el  contexto hace posible en cada caso la comprensión correcta.

El modelo óptico que viene usando no le satisface, está obsesionado por encontrar un modelo que sólo podrá ser satisfecho por el block maravilloso.

El entrevé un instrumento asombroso que no puede representar. No debe sorprendernos que apele constantemente a la escritura, a la sinopsis. A la  sinopsis especial del pictograma, del jeroglífico, de la escritura no-fonética en general.

Dice Freud: El sueño es parsimonioso, indigente, lacónico.

                        El sueño es estenográfico.

Y luego: Las ideas latentes y el contenido manifiesto del sueño se nos muestran como dos puestas en escena del mismo contenido, cuyos signos y reglas de construcción hemos de aprender por la comparación del original con la traducción.

Las ideas latentes nos resultan perfectamente comprensibles en cuanto las descubrimos, en cambio el contenido manifiesto nos es dado como una escritura figurativa (bilderschriff) para cuya solución habremos de transferir cada uno de sus signos al lenguaje de las ideas latentes. (…)

Más de veinte años separan la primera edición de la Traumdeutung de la Nota sobre el block.

En el artículo El inconsciente (1913) es la problemática sobre el aparato como tal lo que empieza a recogerse en conceptos escriturales.

Doce años más tarde, la Nota sobre el block mágico, describirá el aparato de percepción y el origen de la memoria. Tras tanto tiempo separadas y desfasadas entre sí, las dos series de metáforas llegarán a juntarse entonces. El block maravilloso, nuestra “pizarra mágica” constituye una “máquina de escribir” apropiada para describir el funcionamiento del aparato psíquico, ese palimpsesto que no obstante, siempre está virgen, nuevo, en blanco para la recepción de nuevas impresiones.

Pero vamos a ir a 1933, los últimos años de Freud. Hace 78 años, a poco de la llegada de Hitler al poder, en Berlín y en las principales ciudades alemanas se quemaron gran cantidad de libros considerados peligrosos por el nazismo, entre ellos, los de Freud.  Es tan íntima la vinculación entre el sujeto y la escritura que Heine había dicho: Allí donde quemen libros quemarán después seres humanos.

En  1934 escribe su libro o mejor, sus tres libros sobre Moisés y la religión monoteísta. A una pregunta acerca de si era más fuerte aún que su otro libro sobre religión. “El porvenir de una ilusión”, Freud respondió que aquel libro consideraba a la religión como una ilusión, en tanto éste planteaba que además la religión contiene un núcleo histórico de verdad.

Los dos primeros ensayos sobre Moisés habían sido publicados en la revista Imago, y en marzo de 1938, estando aún en Viena Freud, con 82 años, con una recidiva del cáncer que lo venía aquejando desde hacía años, con su editorial saqueada, sus libros quemados y Austria a punto de ser anexada a Alemania nazi,  escribe un primer prefacio a la tercer parte del Moisés, llamada Moisés, su pueblo y la religión monoteísta. Habla de la época harto extraña en la que está viviendo y que por ello no es conveniente publicar esta tercera parte, sin embargo, termina diciendo: No daré a conocer, pues, este trabajo mío; pero ello no debe impedirme que lo escriba, tanto más cuanto que ya lo redacté una vez, hace de esto dos años, de modo que bastará con que le de nueva forma y lo acople como pieza terminal a los dos ensayos precedentes. Podrá quedar entonces guardado en el secreto, hasta que llegue alguna vez el día en que pueda asomarse impunemente a la luz o hasta que pueda decirse a quien sustente idénticas conclusiones y pareceres: “En tiempos más tenebrosos ya hubo alguna vez alguien que pensó como tu”.

Maravillosa prospección, lazo de hermandad con ese hombre del futuro.

El 11 de marzo de 1938 se produce la Anschluss, la anexión de Austria a la Alemania nazi. Ernest Jones, convence a Freud de abandonar Austria usando la metáfora del Capitán del Titanic que dijo que él no abandonó el barco sino que éste lo abandonó a él. Por intermediación de Bullit, enbajador norteamericano en Francia, Roosevelt intercedió para que se permitiera a Freud y su familia abandonar Viena hacia Inglaterra. Pero esto no se conseguiría sino algunos meses después.

Entretanto el 13 de marzo se realizó en Viena la reunión de la Comisión de la Sociedad Psicoanalítica de Viena y allí se decidió que se fueran todos los que tuvieran la posibilidad de hacerlo y que la sede del Psicoanálisis estaría donde estuviera Freud. En ese momento –y esto es otro dato de la fuerte relación de la teoría psicoanalítica con la tradición judía, Freud evoca: Después que Tito destruyó el Templo en Jerusalén, el Rabí Johanan ben Saccai pidió permiso para abrir una escuela en Jabneh para estudiar la Torá”. Nosotros vamos a hacer lo mismo. De todos modos, estamos acostumbrados a la persecución por nuestra historia, por la tradición y alguno de nosotros por la experiencia personal”.

Puse en el epígrafe del programa de este mes un párrafo de Hannah Arendt: “…incluso en los tiempos más oscuros tenemos el derecho de esperar cierta iluminación, y que esta iluminación puede llegarnos…de la luz incierta y a menudo débil que irradian algunos hombres y mujeres en sus vidas y sus obras, bajo casi todas las circunstancias y que se extiende sobre el lapso de tiempo que les fue dado en la tierra. (Hombres en tiempos de oscuridad).

Veamos cómo nos sigue iluminando Sigmund Freud. Una de las condiciones que le impuso el gobierno alemán para darle la visa y permitirle salir de Austria, fue que firmara una declaración que decía: Yo, Profesor Freud, confirmo por la presente que después del Anschluss de Austria al Reich de Alemania, he sido tratado por las autoridades germanas, y particularmente por la Gestapo, con todo el respeto y consideración debidos a mi reputación científica; que he podido vivir y trabajar en completa libertad, así como proseguir mis actividades en todas las formas que deseara; que recibí pleno apoyo de todos los que tuvieron intervención en este respecto y que no tengo el más mínimo motivo de queja. Cuando el Comisario[2] nazi trajo el documento, Freud por supuesto, no tuvo escrúpulos en firmarlo, pero preguntó si le permitirían agregar una frase, que era la siguiente: De todo corazón puedo recomendar la Gestapo a cualquiera. Ya en su artículo El Humor único lugar donde Freud habla de salud mental, había hecho referencia ala ironía o humor negro como modo de aliviar la presión en momentos muy difíciles, como el condenado a muerte, dice Freud en ese artículo, que es conducido al cadalso y dice: ¡Lunes, linda manera de comenzar la semana!

Vemos que es un lugar común hablar de tiempos oscuros, tiempos sombríos. Hannah Arendt lo toma de un poema de Bertolt Brecht, que habla de tiempos oscuros, pero, que al igual que Freud se dirige hacia el futuro, a esos hermanos que dirán, hubo un día alguien… Lenguaje del ausente:

A los hombres futuros

Bertolt Brecht
I
Verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.
Es insensata la palabra ingenua. Una frente lisa
revela insensibilidad. El que ríe
es que no ha oído aún la noticia terrible,
aún no le ha llegado.

¡Qué tiempos éstos en que
hablar sobre árboles es casi un crimen
porque supone callar sobre tantas alevosías!
ese hombre que va tranquilamente por la calle
¿lo encontrarán sus amigos
cuando lo necesiten?

Es cierto que aún me gano la vida
pero, creedme. es pura casualidad. Nada
de lo que hago me da derecho a hartarme.
Por casualidad me he librado. (Si mi suerte acabara,
[estaría perdido).
Me dicen: «¡come y bebe! ¡goza de lo que tienes!»
pero ¿cómo puedo comer y beber
si al hambriento le quito lo que como
y mi vaso de agua le hace falta al sediento?
y, sin embargo, como y bebo.
Me gustaría ser sabio también.
Los viejos libros explican la sabiduría:
apartarse de las luchas del mundo y transcurrir
sin inquietudes nuestro breve tiempo.
Librarse de la violencia.
Dar bien por mal,
no satisfacer los deseos y hasta
olvidarlos: tal es la sabiduría.
Pero yo no puedo hacer nada de esto:
verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.
II
Llegué a las ciudades en tiempos del desorden,
cuando el hambre reinaba.
Me mezclé entre los hombres en tiempos de rebeldía
y me rebelé con ellos.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.
Mi pan lo comí entre batalla y batalla.
Entre los asesinos dormí.
Hice el amor sin prestarle atención
y contemplé la naturaleza con impaciencia.
así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

En mis tiempos, las calles desembocaban en pantanos.
La palabra me traicionaba al verdugo.
Poco podía yo. Y los poderosos
se sentían más tranquilos, sin mí. lo sabía.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

Escasas eran las fuerzas. la meta
estaba muy lejos aún.
Ya se podía ver claramente, aunque para mí
fuera casi inalcanzable.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

III

Vosotros, que surgiréis del marasmo
en el que nosotros nos hemos hundido,
cuando habléis de nuestras debilidades,
pensad también en los tiempos sombríos
de los que os habéis escapado.

Cambiábamos de país como de zapatos
a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos
Donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella.
y, sin embargo, sabíamos
que también el odio contra la bajeza
desfigura la cara.
También la ira contra la injusticia
pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros,
que queríamos preparar el camino para la amabilidad
no pudimos ser amables.
Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos
en que el hombre sea amigo del hombre,
pensad en nosotros
con indulgencia»

 


[1] grama. (Del gr. γαμμα, letra, escrito).1. elem. compos. Significa ‘escrito’ o ‘gráfico’. Cablegrama, telegrama, cardiograma. www.rae.es

[2] Ernest Jones, Vida y obra de sigmund Freud, Tomo III, Pág., 246

Categories: Derechos humanos

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2 replies

  1. ¡Gracias Daniel! es un tema muy caro para mi. Y aprovecho para decir que parte de lo dicho acá es también parte de un trabajo de dos años en el cartel Historia de la escritura-Escritura de la historia con Félix Duhart (convocante) y Edgardo Negretti, los tres integrantes de Espacio Psicoanalítico. Nuestro más-uno es Ricardo Díaz Romero.
    Abrazo y a tejer!!!! como decían los viejos cabalistas!!!

  2. Cuánto material rico para tejer y que recorrido tan sugerente. Muchas gracias Laura!

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