Como comentábamos ayer, hacia mediados de 2016 Luisina Bourband compiló un libro maravilloso por la temática y por su contenido, titulado: La conquista de la escritura. Los viajes y la invención del psicoanálisis . Me gustó mucho la temática y le dije que le iba a «robar» la idea y que por supuesto la invitaría a ella para dar una conferencia, cosa que efectivamente ocurrirá el martes 19 de junio a las 19 hs. Ya en ese momento lo pensamos como Exilios, viajes y caminos.
Hacia fines de 2016, cuando presento el programa en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa , donde desarrollé el ciclo desde el año 2001, me encuentro con que no se renovaba mi contrato por cuestiones de cambio de programación y por arreglos, cosa que tampoco pudo suceder, lamentablemente, para este año. ¡Premonitoriamente me encontré con el Ciclo exiliado!
Luego de diversos intentos y gracias a mi querida compañera del Foro en defensa de los DDHH del Colegio de Psicólogos Prov. de Santa Fe 2ª Circ. e integrante de la Cooperativa Mercado Solidario, Stella Orzuza que propició el encuentro en este lugar cálido, más alejado, pero no tanto, del microcentro de Rosario. Gracias a Stella Maris, a Roberto García, a la Cooperativa, a Maruja García encargada del espacio en ese momento y a todos los que acompañaron en este relanzamiento —en una noche fría—- del Ciclo luego de un año de exilio.
La siempre grata visita de Enzo Montiel que nos acompaña desde los ’90 cuando llevábamos adelante el Ciclo El malestar en la cultura viejo militante gremial docente. Contando alguna de sus anécdotas y humoradas.
• A muy poco de andar en el Antiguo Testamento (1º libro de Moisés: Génesis) nos encontramos con el conocido mito de la desobediencia del hombre por haber comido, junto a su mujer, del árbol prohibido –el del conocimiento del Bien y del Mal- que estaba en el centro del Edén.
• Edén es un nombre geográfico (quizás estepa) que los hebreos tradujeron como delicias, en el sentido de abundancia y satisfacción. Cuando la Biblia hebrea fue traducida al griego en el S. II aC la palabra jardín se tradujo como paradeisos, que significa parque o jardín.
• El castigo de Dios ante la desobediencia de Adán y Eva fue, para él y todos los hombres: que el trabajo no le sería grato sino laborioso: ganarás el pan con el sudor de tu frente. En tanto que a Eva y a todas las mujeres: Los dolores del parto. Y dejó para el final el castigo más duro: el destierro y la muerte. Los arroja fuera del Edén y resguarda su puerta con querubines y una espada de fuego. La muerte, en tanto convertirlos en seres mortales, aparece proferido en el: Polvo eres y al polvo volverás.
• Desde el comienzo, entonces, también observamos la relación inextricable de la sexualidad con la muerte, ese real que Freud descubre que nos atraviesa, cuando interpreta el famoso lapsus conocido como Signorelli y que ocurrió durante un viaje y que además se refiere a diversos lugares geográficos.
• Volviendo al Antiguo Testamento, ahí nomás, en el comienzo, el exilio del paraíso, por siempre perdido.
• Luego el peor, o uno de los peores pecados, el asesinato. La prohibición del asesinato, el No matarás, es la base, junto a la Interdicción del incesto de toda sociedad humana. Pero a diferencia del parricidio que inventa Freud con el mito de la Horda Primitiva, acá encontramos un fratricidio. Ocurrido entre los hijos de Adán y Eva. Caín el mayor, labrador, mata a su hermano Abel, pastor. A mi entender, instigado por el propio Jehová que se muestra gratificado ante los sacrificios que le hace Abel , ofrendándole sus mejores animales, y rechaza los que le realiza Caín.
• Hay diversas interpretaciones de esto: Una sería la preferencia por los sacrificios animales y el apoyo a las raíces pastoriles y nómades del pueblo hebreo, en detrimento del aspecto agricultor de Abel.
• Habría acá, en todo caso una paradoja: El pueblo hebreo: pastoril y nómade, descendería de un agricultor, Caín, pero de un agricultor maldito por Jehová; cuando labres la tierra no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra.
• Este hombre maldito, no podrá ser matado, por lo que Jehová le coloca una marca en la frente. • Y otra vez el destierro o exilio al este del paraíso.
• En un texto de 1910: “El doble sentido antitético de las palabras primitivas”, Sigmund Freud se maravilla por haber encontrado un texto de un filólogo (K. Abel) que daría consistencia a sus postulados en relación al proceso primario en la elaboración onírica y en otras producciones del inconsciente (lapsus, síntomas, etc.) en los que, por un fenómeno de condensación o desplazamiento una palabra puede significar, al mismo tiempo su contrario. Este filólogo lo que hace es mostrar cómo en una lengua arcaica como el egipcio, perteneciente a un pueblo desarrollado, capaz de proezas técnicas y arquitectónicas, entre otras cuestiones, su lengua poseía palabras que significaban opuestos. Entre los ejemplos que da el autor, además de tomar del egipcio palabras cuyo sentido era aclarado por alguna imagen al lado de la misma, indica del latín altus (que significa al mismo tiempo alto y profundo) y sacer (que significa al mismo tiempo sagrado y maldito).
• Encuentro una semejanza con el concepto de nuda vida y homo sacer que Giorgio Agamben retoma del Derecho Romano arcaico.
• El homo sacer – dice Agamben- pertenece al dios en la forma de la insacrificabilidad y está incluido en la comunidad en la forma de la posibilidad de que se le de muerte violenta.
• Es decir, lo que define la condición del homo sacer es el carácter de la doble exclusión en que se encuentra apresado y de la violencia a la que se halla expuesto. Es maldito e insacrificable, pero al mismo tiempo si alguien lo mata, el crimen quedará impune.
• Se lo incluye en tanto maldito, extranjero y errante. Habría, en el homo sacer una exclusión originaria.
• “De este modo, siguiendo a Agamben, corresponde advertir que la sacralidad de la vida que hoy se pretende hacer valer como un Derecho Humano fundamental frente al poder soberano, expresa más bien la máxima sujeción de la vida a un poder de muerte que se halla en el corazón mismo de la política, y es anterior al derecho o a la religión”
• Es decir, si existen los Derechos Humanos es porque el ser humano es capaz de las peores atrocidades.
• Dicho en palabras de Agamben, la vida humana se politiza mediante el abandono a un poder incondicionado de muerte, por ello la excepción es preexistente al pacto o contrato.
• Sin entrar a desarrollar un tema muy vasto y que no corresponde a la temática de hoy, es importante destacar que Agamben no considera los genocidios del siglo XX como fallas o exabruptos del ser humano, sino como parte inherente de éste. Y vemos como desde el principio está el exilio y junto con él todas las calamidades del ser humano. En este sentido estaríamos de acuerdo con el postulado hobbesiano de que el Hombre es lobo del hombre: Homo homini lupus. (Tomado de la obra Asinaria de Plauto en el S. III aC.)
• Postulado con el que explícitamente acuerda Freud en El malestar en la cultura.
• En el libro segundo de Moisés: Éxodo, se relata la historia de Moisés, descendiente de israelitas en Egipto.
• Pero antes Jehová enojado y dolido por la maldad del ser humano decide exterminar a todo ser vivo de la tierra, pero se conduele de Noé y su familia y de ahí le da tiempo e instrucciones para que construya el arca, luego el diluvio y al finalizar el diluvio, y arrepentido Jehová del terrible mal ocasionado, hace un pacto con Noé, cuyo sello es el arco iris, por el que no volverá a destruir a la humanidad. ¿Primer genocidio mítico?
• Todo parecía que se iba a encaminar para volver a constituir un mundo mejor, cuando Noe es embriagado y Jehová maldice su descendencia.
• Luego vendrá la historia de la torre de Babel, y con la confusión de las lenguas, todos los hombres fueron esparcidos –nuevo exilio- por la faz de la tierra.
• La historia de Abraham también es una historia de exilios, de idas y venidas, de cambios de nombre, que no desplegaremos acá, pero si quiero destacar una cuestión: Sara, la mujer de Abraham, muere en el extranjero. Abrahan negocia con el dueño de las tierras para que le venda parte de su heredad-en la que había una cueva- para sepultar a su mujer, pero también había tierras y árboles, y la tumba se convierte en heredad de Abraham. Muchas veces hemos oído que la patria es donde tenemos sepultados a nuestros antepasados.
• Sigue la historia de Isaac, hijo de Abraham, sus hijos: Jacob y Esaú.
• La lucha de Jacob con el ángel, que al no poder vencerlo le cambia de nombre por Israel (Dios lucha).
• José, el interpretador de sueños, hijo de Jacob.
• Vamos a retomar en el punto que habíamos anunciado: la otra serie de exilios que es la de Moisés. Que aparecen en su segundo libro, el Éxodo.
• Los descendientes de Israel (Jacob) se multiplican en Egipto y el Faraón los considera un peligro por lo que ordena matar a todos los niños varones israelitas recién nacidos.
• Creo que es por todos conocida la historia: el niño echado a las aguas del Nilo en una canastita, para ser salvado de la matanza. Rescatado por la hija del Faraón y criado como un príncipe egipcio. • Cuando es un joven adulto, indignado por como un egipcio maltrata a un esclavo israelita, Moisés mata al egipcio y huye a Madián. Donde se casa con la hija de Jetro, Sefora. Jetro era la autoridad de esa región volcánica.
• Quiero compartir con ustedes como Thomas Mann comienza su novela histórica: Las Tablas de la Ley, donde hace planteos semejantes a los de Freud en su Moisés y la religión monoteísta.
• Comienza así: Su nacimiento fue irregular, de ahí que amara apasionadamente el orden, lo inviolable, lo que debe y no debe hacerse. En su juventud, llevado por un acceso de furor, mató a un hombre; de esta manera supo, mejor que el inocente, que si matar es hermoso, haber matado es lo más horrible, y que debe estar prohibido matar.
• De Madián y luego de ser convocado por la Zarza ardiente, regresa a Egipto para liberar y, tras el éxodo, inventar al judío, transformándolos por la fuerza y la imposición de los Diez Mandamientos, en un pueblo monoteísta y lleno de restricciones morales.
• Cuarenta años los conduce por el desierto, sometidos a diversas vicisitudes y cuando llegan al río Jordán, cuyas aguas también se abrirían, como el mar Rojo, en este caso, colocando a su vera el Arca de la Alianza, para entrar a la tierra prometida, no se le permite hacerlo a Moisés.
• Ya antes, Jehová se había enojado con los israelitas porque Moisés había enviado unos espías a la Tierra Prometida y éstos regresaron con unas uvas gigantes, diciendo que todo era gigante en esas tierras, incluso sus habitantes, a los cuales por lo tanto no podrían dominar. Ante las lamentaciones del pueblo judío por tal noticia, Jehová se enoja fuertemente y los castiga a todos por desconfiar de él y les dice que no entrarán ellos a la Tierra Prometida, sino sus descendientes. Pareciera, para algunos que Moisés también es castigado por no confiar y enviar a esos espías, o por no cumplir exactamente con cierto ritual para obtener agua de unas rocas, por ser demasiado colérico, en fin… la cuestión es que no sólo no entra a la Tierra prometida, sino que, como Edipo, su tumba no se conocerá.
• Podemos relacionar ésta búsqueda y la inconmensurabilidad en alcanzar el objeto de deseo con la paradoja de Aquiles y la tortuga. Aquiles nunca la alcanzará, dice Zenón de Elea, porque en una recta hay infinitos puntos, si se le da una minima ventaja a la tortuga, Aquiles nunca la alcanzará. Dice Lacan Aquiles sobrepasará a la tortuga, pero no la alcanzará. Sólo la alcanzará en la infinitud.
• Los cabalistas consideran, en una de sus interpretaciones, que la creación del mundo por Dios tuvo que ver con un exilio de sí mismo, un desborde de esa unidad inefable, y que volverán al Uno cuando no se cometan más pecados en el mundo. Podemos leer la Torá, o Antiguo Testamento, como un intento siempre fallido de lograr esa unidad. Intento que desde el psicoanálisis Freud expone en su teoría del malestar en la cultura. Es decir, la cultura se produce por ese malestar en no poder alcanzar el mítico objeto de satisfacción. Nuevamente Aquiles y la tortuga. Afortunadamente, el fallido vuelve a repetirse una y otra vez. El budismo, por su parte, pretende el despojo del deseo para alcanzar el gran budado, no reencarnarnos más y hacernos Uno. El sentimiento oceánico que Freud confiesa, a su interlocutor, no sintió jamás.
• Quiero retomar a los cabalistas, siguiendo a Scholem cuando menciona la exégesis que hace el Zohar del Génesis (12:1) Dios llama a Abram: Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Ese Lej Leja (‘ve-te’) no quiere decir solamente en su sentido general ponte en marcha, sino que también lo leen en su literalidad mística como ve hacia ti, hacia tu propio yo.
• Es interesante que en relación a esto Lacan hable de lo extraño, lo extranjero y tome del francés étrange y la descompone en être-ange, ser ángel, una forma de necedad: por más que nos abracemos nunca nos haremos Uno con el otro. Es una ilusión de los enamorados. Hermosa ilusión que, para serlo, debe ser necesariamente breve. Eso le dice Simone de Beauvoir a Sartre cuando él muere: Cuándo éramos jóvenes y al término de una discusión apasionada uno de los dos triunfaba con brillantez, le decía al otro; ‘Lo tengo en la cajita’ Usted está ahora en la cajita; no saldrá de ella y no me reuniré con usted: aunque me entierren a su lado, de sus cenizas a mis restos no habrá ningún pasadizo
• Volvamos a Moisés que no entra en la Tierra Prometida, sino que además muere viéndola y no se conoce su tumba, al igual que la de Edipo.
• Hablando de exilios, de viajes, de caminos: en la antigüedad las tumbas solían estar a la vera del camino o en los cementerios que también eran ocasión de ser visitados por caminantes: los epitafios, entonces, eran llamadas, interpelaciones al caminante: Ve y dile que tal se encuentra enterrado aquí, o Apresúrate que luego tu también morirás.
• Veíamos que la tumba también indicaba una heredad. Herencia que suele ser, muchas veces, difícil de tomar.
• ¿Por qué entonces, no se conocen las tumbas de Edipo y de Moisés?
• Una respuesta puede ser el grave pecado de Edipo: Matar al padre y yacer con la madre. Violación de la ley simbólica, la que inicia la cultura.
• Nos preguntábamos antes acerca de ¿cual habría de ser el pecado de Moisés?
• Gerard Haddad lo responde de una manera magistral. Pero antes es importante recordar que Freud dice que el pueblo judío no ha resuelto el tema de la muerte del padre como el cristianismo, que hace morir al hijo de Dios como parte de una sentencia, y si lo hace morir es porque, según la ley del Talión, el pecado del hombre es la muerte del padre. Ojo por ojo, muerte por muerte. Es decir, Freud plantea que las calamidades del pueblo judío tienen que ver con la renegación de la muerte del padre. ¿Cual es el pecado de Moisés? No la del egipcio, que sería semejante a la ira de Cristo cuando echa a los mercaderes del templo. Haddad sostiene que es Moisés quien mata al padre, lo mata de manera simbólica cuando destruye las tablas de la ley, las que escribió en el Monte Sinaí el propio Jehová. Las otras, las que trae luego Moisés en su segunda subida al monte, fueron escritas por él mismo.
• Desde el comienzo el exilio, la imposibilidad de alcanzar la Tierra prometida, la falta de tumba.
• Pero si éstas son calamidades que tienen que ver con cuestiones míticas y por lo tanto simbólicas que a todos nos habitan, cuando en lo real de la política esto se lleva a cabo en nuestra cotidianeidad, en nuestra historia reciente, veremos que se multiplica esa desolación que como humanos tenemos, y nadie sale indemne por más cuidados que se ponga, tal como veremos cuando hablemos de los exilios para evitar una muerte segura o como opción dada por el terrorismo de Estado argentino, en la última dictadura militar, para salir de la cárcel.
Descargar el texto completo de la presentación de Laura Capella: Apuntes En el principio fue el Exilio 1
- Junio – Julio 2018 – Del derecho y del revés: De éxodos, exilios, viajes y caminos.
- La conquista de la escritura
Categories: Derechos humanos, Material Descargable, Resistencia
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