Mg. Juan Manuel Núñez. Historiador y Magister Ciencias Sociales, profesor en las carreras de Historia y de Filosofía, de la facultad de Humanidades y Artes de la UNR.

El utopismo del siglo XIX: Cabet, Fourier y los saintsimonianos. El discurso antiutópico de Marx y Engels en el Manifiesto Comunista.

Agradecía a Mónica Billoni que organizó este mes del ciclo dedicado a las utopías, en homenaje a los 500 años de la escritura de La Utopía de Moro.

El próximo martes, como es habitual en la última reunión del ciclo, realizamos un taller con el público -cuya temática será las utopías- entregaremos certificados y nos prometeremos encontrarnos el año próximo en el mismo lugar. Para 2016 nos abocaremos a varias controversias, comenzando por la de Valladolid.

Presentamos, por fin al Mg. Juan Manuel Núñez. Historiador y magíster Ciencias Sociales, profesor en las carreras de Historia y de Filosofía de la facultad de Humanidades y Artes de la UNR. ¡Gracias Juan Manuel!!

Se suele poner en espejo el socialismo utópico, llamando a la propuesta marxiana, un socialismo científico. Pero ¿Hasta qué punto la teoría de Marx no es una utopía?
Robert Owen (Inglaterra) , Saint-Simon, Charles Fourier (Francia), realizan las primeras críticas al capitalismo; pero según Marx ellos cumplirían un papel regresivo dado que el proletariado no puede constituirse como clase política.
La ideología alemana, fue escrita junto a Engels para terminar de borrar los restos de hegelianismo que mantuvieran. En el primer capítulo, hablan por primera vez de la concepción materialista de la historia, como lo dice el propio titulo del capítulo.
En Alemania nadie se anima a publicarlo porque es un texto muy extenso y Marx ya es conocido, y queda el manuscrito, como dice Marx, sometido a la «crítica corrosiva de los ratones».
En ese primer capítulo dice:»… a partir del momento en que comienza a dividirse el trabajo, cada cual se mueve en un determinado círculo exclusivo de actividades, que le viene impuesto y del que no puede salirse; el hombre es cazador, pescador, pastor o crítico , y no tiene más remedio que seguirlo siendo, si no quiere verse privado de los medios de vida; al paso que en la sociedad comunista, donde cada individuo no tiene acotado un círculo exclusivo de actividades, sino que puede desarrollar sus aptitudes en la rama que mejor le parezca, la sociedad se encarga de regular la producción general, con lo que hace cabalmente posible que yo pueda dedicarme hoy a esto y mañana a aquello, que pueda por la mañana cazar, por la tarde pescar y por la noche apacentar el ganado, y después de comer, si me place, dedicarme a criticar, sin necesidad de ser exclusivamente cazador, pescador, pastor o crítico, según los casos». Aquí aparece una ruptura con la división capitalista del trabajo.
Permanentemente Marx tensiona hacia lo científico pero va asimilando también lo utópico.
Marx no inventó el género emancipatorio. En su época había un consolidado cuerpo de libros que como fantasmas recorrían Europa y él interviene en ese corpus.
En 1814, —tras la caída de Napoleón y la restauración de la monarquía— sube al poder el primer Rey Orleans. Su monarquía fue constitucional, y recibió (al menos mientras se sostuvo) el apoyo social de la burguesía y el beneficio de un ciclo económico expansivo, durante el que Francia accedió plenamente a la Revolución Industrial (la época del «enrichissez-vous»), con lo que las diferencias sociales entre la burguesía y el proletariado se agudizaron. Suele recibir el nombre de Monarquía de Julio, por el mes de la revolución que lo ascendió al trono. Por tal motivo, las monarquías europeas le motejaron como Rey de las barricadas. Las barricadas de 1848 le apartaron del poder, dando paso a la Segunda República (Tomado de Wikipedia).
Pero, nos dice Manuel Núñez, rápidamente se ve que su reinado no va a ser de barricadas. Comienzan a aparecer nuevos términos e ideas. Uno es el nombre de proletariado, nombre que nada tiene que ver con el que se usaba en la Roma imperial.
Los trabajadores dejan de identificarse por sus oficios y se generaliza con el nombre de proletariado.
Famosa la Revuelta de los Tejedores de Lyon. Comienza una reconstrucción identitaria. Se instaba a luchar por algo común. Comienza construirse una conciencia de clase.
Hay un legado republicano de la Revolución Francesa. Los «Amigos del Pueblo», las secuencias rojas de los sans culottes o jacobinos.
Empieza a plantearse un republicanismo igualitarista.

Hay un elemento fuerte y son las resignificaciones.
El Abad Sieyès con su texto «El Tercer Estado», de 1789 se pregunta: ¿Qué es el tercer estado? Comenzaba con la respuesta a la pregunta «Todo. ¿Qué ha sido hasta ahora en el orden político? Nada. ¿Qué es lo que desea? Ser algo» Y plantea que el tercer estado es el proletariado.
Aparece una alteridad en espejo: el enemigo del proletariado es la burguesía. El zócalo inspiración es la Revolución Francesa.
Gracchus Babeuf, murió guillotinado por intentar derrocar el gobierno del Directorio con la «Conspiración de los Iguales». Su teoría política, conocida como babuvismo, se considera una de las precursoras del comunismo.
Su lugarteniente Filippo Buonarroti, a quien Babeuf le pidió que contara la historia de la «Conspiración de los iguales», lo escribe treinta años después y el texto circula por Europa como un reguero de pólvora. Hay un legado francés, recuerda a Robespierre, Marat , Saint-Just.
Cuando Marx (El 18 Brumario…) plantea lo de la tragedia y la farsa está rechazando este recuerdo de Babeuf.
En 1840 se edita el texto de Proudhon «¿Qué es la propiedad?»
En 1839 había aparecido «El viaje por Icaria» de Étienne Cabet, quien recupera el legado utópico de Moro, pero sin el gesto irónico del mismo. Cabet plantea que la bondad debe aglutinar. Su libro es semejante al del viaje de Moro, donde muestra las bondades de ese mundo industrioso, con distribución de beneficios y esfuerzos.
Su subtítulo: «De cada uno según su fuerza y a cada uno según sus necesidades» fue un sintagma tomado por Marx, quien se opone al socialismo utópico, pero permanentemente se le cuelan en su teoría estas cuestiones.

Louis Blanc, creador del periódico «La Reforma», plantea el trabajo en talleres, cooperativas. Se manifiesta en contra del alcoholismo y el trabajo a destajo. Interpela la clase burguesa.
Otro grupo para pensar este prismático es el llamado «Sociedad de las Estaciones» de Louis Auguste Blanqui. Que plantea la forma secreta, conspirativa y de lucha armada. Insurrección que termina en un desastre. Son hermandades secretas que proponen una insurreccion con una dictadura provisora con un grupo de juramentados. Esta grupo está muy cerca del de unos exiliados alemanes: Las liga de los justos que serán luego compañeros de ruta de Marx, los que plantean una forma de lucha muy parecida a la de Blanquí.

Un texto fundante de la Liga de los Justos es : «La humanidad, como es y cómo debiera ser», de Wilhelm Weitling. Feuerbach dice que este hombre es un representante cabal de su estamento, el proletariado. Presenta una predica de tipo bíblica apelando a las pasiones. Firma reivindicación del cristianismo. Reivindica las revueltas alemanas campesinas del Siglo XVI.
En esta situación ingresa Marx, pero en los bordes de este socialismo utópico.

Karl Marx, en los Manuscritos económico-filosóficos es donde por primera vez dice: Acá está el futuro. A partir de 1848 tendrá un vínculo concreto con la clase obrera en Paris.Las reuniones de estos grupos le causaron una tremenda impresión:
“Cuando los obreros comunistas se asocian, su finalidad es inicialmente la doctrina, la propaganda, etc. Pero al mismo tiempo adquieren con ello una nueva necesidad, la necesidad de la sociedad, y lo que parecía medio se ha convertido en fin.
Se puede contemplar este movimiento práctico en sus más brillantes resultados cuando se ven reunidos a los obreros socialistas franceses. No necesitan ya medios de unión, o pretextos de reunión como el fumar, el beber, el comer, etc. La sociedad, la asociación, la charla, que a su vez tienen la sociedad como fin, les basta.
Entre ellos la fraternidad de los hombres no es una frase, sino una verdad, y la nobleza del hombre brilla en los rostros endurecidos por el trabajo” (Manuscritos económico-filosóficos, 1844. ).
El año anterior había llegado a Francia agobiado por las persecuciones en Alemania. En Francia funda la Revista de los Anales franco-alemanes, con el respaldo económico de Arnold Ruge. En el único ejemplar de esta revista aparece, además de «La cuestión judía», la «Introducción a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel».
Será en este artículo donde por primera vez habla del proletariado.
Plantea una Santa Alianza entre la filosofía como elemento activo y el proletariado como elemento pasivo. Saldrá de esta encerrona con el concepto de praxis.

A partir de 1846 Marx ingresa como militante político-partidario en la Liga de los Justos.
Lo primero que plantea es un cambio de nombre. Dice que el nombre que tiene se asemeja mucho al de hermandades juramentadas y propone que se llame la Liga de los comunistas.
La liga de los comunistas adopta consignas como: «Todos los hombres son hermanos», que viene del movimiento icariano. Y «Proletarios de todo el mundo, uníos!».
Es muy interesante ver como se va transformando una organización.
Hay una desunión en los comunistas de Europa. Se trata de tejer acuerdos. Necesitan una profesión de fe. Una escritura que de cuenta de un programa que no priorice los liderazgos.

El viaje a Icaria no fue sólo un texto. Étienne Cabet compra tierras en Texas para poner en práctica sus ideas, pero todo resulta ser una gran estafa que le hacen quienes le venden esas supuestas tierras.
Parten con un barco hacia Estados Unidos, pero fracasan. En el barco viajan 600 personas y cada una había pagado 50 francos. Parten el 10 de febrero de 1848 y la Revolución del ’48 los sorprende en el mar.
Tampoco tiene éxito en sucesivos intentos durante 10 años. Finalmente la liga Comunista insta a Marx para que escriba su bendita profesión de fe. Escriben el primer borrador con Engels. Será el Manifiesto Comunista cuyo texto queda rápidamente desactualizado.
Será la historia de las emergencias de la burguesía, la que crea su propio sepulturero, que será el proletariado.
¿Qué es lo que no está dicho, lo que no está nombrado en el Capítulo 3 del Manifiesto?
El Capítulo 1: Burgueses y proletarios, es más la historia de la burguesía.
Capítulo 2: Relación entre proletarios y comunistas. De lo que menos habla es de esta relación. Marx dice que el comunismo es la sección más avanzada del proletariado, pero empieza a interpelar a la ideología burguesa.
¿Qué pasa con el capítulo 3? Marx intenta esbozar tres formas de socialismo que él critica:
*El socialismo reaccionario o feudal.
*El socialismo burgués y
*El socialismos utópico.
Pero no está presente el socialismo de los juramentados, ni la propia historia de a liga de los justos, porque lo hace parte del origen del comunismo.

Un público atento y entusiasta hizo aportes interesantísimos.
Raquel Kreichman, docente jubilada había llevado textos subrayados e hizo intervenciones muy lúcidas y ricas.
En un punto se refirió a aquello que parece que no retorna y a la mentada «muerte de las ideologías».
Nuestro querido cronista gráfico: Daniel Krichman habló de la revolución cibernética que permite democratizar los conocimientos y plantea una suerte de internacionalismo.
La creadora del ciclo, quien está haciendo esta reseña; enlazó estos dos últimos aportes en la figura de André Gorz, filósofo de origen austríaco, que luego de ser perseguido por el nazismo por judío y sufrir otro tipo de persecuciones por diversas condiciones nacionales, adopta la nacionalidad y la lengua francesa. en «Miserias del presente, riquezas de lo posible» critica fuertemente la sociedad de consumo y plantea que será de ella misma de donde puede surgir un contrapoder a partir de tres elementos: * Los propios desechos de la sociedad de consumo que pueden ser reciclados. * La democratización del conocimiento que brinda Internet, lo que nos permitiría aprender a usar y arreglar esos desechos (plantas potabilizadoras de agua, paneles de energía solar, etc.) * El trabajo y la producción de modo cooperativo.
Refiriéndonos a la zona que los icarianos eligieron para crear esa utopia, Daniel Krichman evocó el nacimiento del movimiento hippie en California en la mitad del siglo XX.
Categories: Épocas
Tags: Charles Fourier, Étienne Cabet, Federico Engels, Juan Manuel Núñez, Karl Marx, Mónica Billoni