Carlos Solero es Licenciado en Ciencia Política y docente de la UNR. En su disertación se refirió a los principales ensayos de Camus, como El mito de Sísifo y El hombre Rebelde y de sus artículos sobre Moral y Política y Ni Víctimas, Ni verdugos.

Momentos antes de comenzar, el querido y generoso Carlos Solero saludó a unos queridos jóvenes amigos, estudiante ella de psicología y él de Ciencia Política.

Invitando a la próxima reunión: la del martes 25 de junio, en la que Graciela Brunet hablará de Hannah Arendt. Fin del primer tramo del ciclo 2014. Hacemos un receso en julio y retomamos con fuertes bríos en agosto y septiembre

Hacia el final, evocaba la frase de Lacan: la religión triunfará sobre el psicoanálisis. Porque varias personas en el debate se mostraron asombradas por esto de no ajustarse a un finalismo histórico. Recordaba el poema de Prevert en el que dice que año a año, hombres de gesto de cemento armado señalan el camino. Y por otro lado, el camino que se hace al andar, que nos permite ir descubriendo, creando.

Camus presenta una dificultad para hacer una reseña, por lo prolífico de su obra. Fue un hombre de acción, no diría que fue un intelectual. Nada más contrastante que la vida de Camus y de Sartre. Albert Camus nació el 7 de noviembre de 1913 en Mondovi, Argelia, de madre lavandera, sorda y analfabeta que no obstante le enseñó dos idiomas: el catalán y español. Y padre asesinado en la 1º guerra mundial en la batalla de Marne.

El querido Carlos Solero evocaba una colección de ensayos que escribió Albert Camus, siendo muy joven, en los años 1935 y 36, en Argelia, compilados bajo el nombre de El revés y el derecho. Yo comentaba que cuando le puse el nombre al ciclo: Del derecho y del revés, jugando con el término: derecho, para referirme, entre otras cosas, a los Derechos Humanos, jugando con ese término surgió la frase, común por otro lado: Del derecho y del revés. Tiempo después, en una colección que sacó Página/12 con Editorial Losada, me encuentro con este maravilloso texto, y con la grata sorpresa de haber coincidido con este querido autor.

El absurdo atraviesa toda la obra de Camus. Toda la obra de su breve vida ya que muere a los 48 años, de una manera absurda: en un accidente automovilístico a consecuencia del cual también muere a los pocos días su acompañante, el hijo de Gallimard, su editor. En el portafolios que llevaba consigo se encontró el manuscrito de su primer novela: El primer hombre, autobiográfica, como en general mucho de su obra.

En toda su obra aparece la angustia existencial. Aparecen elementos del existencialismo y genera incomodidad. Decía Camus, nos evoca Solero, que la vida cómoda hace que los déspotas dominen alegremente. Le inquieta y le molesta la gratuidad de la violencia, del poder. Escribe la obra de teatro Los justos, influenciado por Los endemoniados de Dostoievsky: Hasta qué punto es lícito matar? Qué pasa con el pensamiento del Mediodía? Sur de Italia y España. Donde aparecen gérmenes de rebeliones.Sobre el escritorio se observan una cantidad de publicaciones que llevó Carlos Solero y que generosamente edita y obsequia, como parte de esa resistencia libertaria que tiene que ver con tomar la palabra.
Coherentemente con sus ideas, dice en la primer página de sus publicaciones: La reproducción y difusión del contenido de la presente publicación por todos los medios posibles es alentada por el autor. Las ideas deben circular e insertarse en todos los espacios, promover el libre debate y aportar a la emancipación de las personas. Toda propiedad es un robo.

La primera publicación de ensayos de Camus fue hecha en Argentina por la Revista Sur de Victoria Ocampo. Camus iba a dar una conferencia en Buenos Aires, pero Apold -nazi- secretario de prensa de Perón, pidió leer la conferencia, a lo cual Camus no accedió y prefirió no darla, limitándose su comunicación con pequeños grupos de intelectuales y anarquistas argentinos.

El conferencista se refiere a la obra de teatro «Calígula», de Albert Camus. Calígula había nombrado cónsul a su caballo, y… bueno, una ironía fácil respecto de los nepotismos que nunca faltan por estos lares. «La peste» donde muestra como el autoritarismo puede volver a aparecer en cualquier momento. Y a propósito de eso se refirió a la presencia, en los últimos días del múltiple funcionario de otras épocas, Domingo Cavallo; que en un colmo de hipocresía un día lloró ante la vida miserable de una jubilada. Eso está pasando hoy, advirtió.

Camus, fue influenciado, tempranamente por un tio carnicero, anarquista, que lo inició en la lectura de Bakunin, de Kropotkin y de Proudhon.Respecto de la rebelión argelina cuestionó la horrenda represión francesa (por parte de quienes luego entrenarían a los militares que intervinieron en la última y más cruel dictadura argentina) pero también las intervenciones de los argelinos.
Con una reflexión semejante a la de Hannah Arendt cuando presencia el Juicio a Eichmann en Jerusalen Camus se preguntaba: Cómo puede un hombre torturar, matar, y luego cederle el asiento a una señora en un ómnibus? O como Himmler que regresaba a su casa luego de jornadas en las que había hecho matar miles de personas y entraba por la puerta trasera para no despertar a uno de sus canarios favoritos.

Camus, miembro de la Resistencia Francesa, rompe con el Partido Comunista luego del tratado entre Stalin y Hitler, el tratado de no agresión entre Alemania y la URSS, conocido como Pacto Ribbentrop-Molotov.

Es interesante la relación de Camus con la Argentina, al punto que su última texto es publicado acá por la Federación Libertaria Argentina. Su recorrido político es serpenteante, interviene en la Revista Los tiempos modernos y sostiene una polémica con Sartre del cual había sido muy amigo. Se refiere a las rebeldías de los petimetres, que comienzan siendo Porteros y terminan como Julio César.

Un público numeroso y atento siguió la entusiasta conferencia y luego participó con preguntas y comentarios, entre los que predominaron tanto entre muy jóvenes, como entre mayores, la preocupación acerca de la crítica que hace Camus acerca de suponer un finalismo a la historia y el riesgo de fanatismo que esto conlleva.

Estaba en contra de posiciones tibias, se oponía con acciones concretas. Su accionar en la Resistencia francesa le posibilitó salvar cientos de niños judíos que fueron llevados a Argelia.Sus influencias filosóficas fueron también las de Nietzsche y de Kierkegaard. También el español Miguel de Unamuno lo marca con el sentimiento trágico de la vida. En El mito de Sísifo se pregunta acerca de si la vida tiene sentido y si tiene sentido suicidarse. Y sobre la libertad absurda. En simultáneo a ese libro escribe Calígula, donde aparece el absurdo del ejercicio del poder.

Albert Camus fue vocero de la resistencia francesa a través del periódico Combat. Carlos nos leyó editoriales escritas por Camus el mismo día de la obieración de Paris: 24 de agosto de 1944 y al día siguiente: La justicia debe comprarse con la sangre de los hombres. Paris lucha hoy para que Francia luego pueda hablar.En 1953 apoya la rebelión popular de alemanes orientales contra la ocupación rusa.
Muchos lo consideran un abanderado del anticomunismo, pero su crítica es a los totalitarismos, entre ellos al stalinismo y al uso de la violencia en la política. Por ser libertario no podía nunca suscribir al stalinismo.
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