Del derecho y del revés

Blog del ciclo creado y coordinado por Laura Capella

Mujer

A propósito de la Conferencia sobre Simone de Beauvoir, María del Carmen nos envía este trabajo.
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Escribir es no claudicar.
Liliana Mizrahi

Escribir es resistir.
Rodrigo Fresán

Soy culpable de amar e inocente de todo el resto.
Enrique Medina

El amor tiene cosas insoportables, incorregibles, injustificables y exasperantes.
Anónimo

Soy una batalla que camina.
Adriana Steiger

Mujer

Silenciosa sombra sometida
sierva subyugada
sobre suelos cenagosos
sobre salinas blancas
sobre selvas densas,
sombra silenciosa siempre.

Sugestiva sirena
y serpiente sibilante
solitaria habitante de mundos subterráneos
sobreviviente sigilosa
de sismos salvajes,
sacerdotisa sacrílega
sabia sin significados propios,
sombra silenciosa siempre.

Sofisticada o soez
sonriente o sollozante
sincera o solapada
sórdida o sublime,
sed sin sosiego
y surtidor sosegado
suplicante y soberbia,
sombra silenciosa siempre.

Sumergida, sujetada siempre a ser una sombra
susurrando en salmos
sustancia de siglos,
sepultada siempre
al fin subversiva
ya nunca más sola
sangrará senderos
surcará suplicios
romperá simbiosis
segará su siembra y al fin gritará.

1984

Mujer II

Fui sombra
fui eco
satélite en el espacio,
reflejo en un cristal.

Palabra muda
para designar nada,
ausencia de sentidos
tiempo deslizado
sin aconteceres propios.

De pronto, el horror.
De pronto, el vacío.
La soledad de siempre
ahora sin disfraces.
Saber que no,
que es mentira el encuentro
cuando se es sombra,
eco, satélite, reflejo.

Me miro, me palpo,
De pie, siento mi fuerza.
Existo por mi misma,
pariéndome con dolor
busco mi voz
y encuentro un grito…
es el primer vagido
de este, mi ser con consistencia.

Estoy naciendo entera
(no sombra ni reflejo).
Estoy naciendo entera.
Tengo un cuerpo, ideas, sentimientos,
tengo un rumbo que es mío
(y no prestado).

Se adónde voy
y es a la conquista de mi misma
a rescatar allá adentro
lo que pudo quedar enajenado.

No me importa lastimarme las rodillas
ni arañarme en los escollos de la ruta,
estor recién nacida,
estoy entera…
no me importa el dolor.
Vale la pena.

1985

 

Autobiografía breve

Tuve un osito de felpa y una muñeca de trapo.
Luego guardapolvos blancos y manchas de tinta en los dedos.

Después tuve un hombre y esperé que me diera una casa con jardín,
un automóvil rojo, los gestos del amor y también hijos.
¡Guay de él si no llegaba a dármelos!.

También esperé que me diera palabras solo a mí.
Las palabras más bellas y un sentido para vivir.

Cuando pude (recién cuando pude, y fue bastante tarde…)
Descubrí que debía darme a mí misma razones y argumentos.
Porque las razones prestadas no sirven.

Desde las hebillas del pelo, hasta los zapatos que calzo,
los conseguí trabajando.
Y con esfuerzo conseguí, de los gestos del amor,
el goce que nadie puede darnos, ya listo y terminado.

Y, sobre todo, con desgarramiento me doy
las ideas que puedo pensar
y las palabras que llenan el silencio.

1984

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