La sala: a tope. Nada resume mejor lo que allí pasó, que la intervención de Enzo Montiel, amigo y asiduo concurrente al Ciclo: No soy del mundo psi, pero me sentí muy cómodo y entendí todo.

Gran cantidad de público psi y habitue del ciclo, como el querido Enzo Montiel, Jorge Laporte, Miguel Angel Rufinengo y tantos otros…

Evoca Marcos un homenaje que le hace el escritor Pablo Ramos a Fontanarrosa, a través del relato de la reacción del Negro, con su humor habitual, cuando unos niños lo miraban asustados por su estado físico. Cuando Fontanarrosa ve la mirada asustada de los niños por su deteriorado aspecto físico (ya avanzada su enfermedad, tenía dificultades para caminar), se da vuelta y les dice: Esto me pasó por fumar. Humor negro del que sólo algunos pocos son capaces.

Evocaba que con Marcos nos conocemos desde los ’90, cuando él era un joven estudiante de psicología y, en épocas tan oscuras, publicaron con Bea Suarez una revista muy exitosa, la de la Perra. Allí publiqué varios artículos y, según nos contaba Marcos, el querido Negro Fontanarrosa fue muy generoso con ella.

Freud, sus imágenes, sus identificaciones. Su preocupación por ese aspecto de lo estético que es lo siniestro u ominoso.

El recuerdo del hijo de Freud, Martín, cuando evoca a su padre, en unas vacaciones, arremetiendo contra un grupo de antisemitas que los insultaba.

La historia del psicoanálisis no es una historia prístina, de señores bien arropaditos y prolijos. Soñar con Freud se refiere al valor de las políticas transferenciales.

Marcos comenta la tapa de una edición de los Escritos de Lacan, en Francia, con una foto divertida del propio Lacan.

Marcos Esnal evoca las políticas institucionales que suelen ser tan complejas, al punto que se acusa a la IPA de Viena de haber provocado el suicidio de Lydia Marinelli, coautora del libro Soñar con Freud, ocurrido poco después de la publicación del mismo.

Público muy interesado en el tema. Que, lejos de la jerga de la parroquia, intentamos nos aporte elementos para darle una vuelta, del derecho y del revés a nuestros variados sufrimientos.

Angel Fernández, el ultimo conferencista de este mes, que se referirá al análisis laico, valoró lo dicho por Enzo Montiel en el sentido de poder compartir con otros estas cuestiones.

El psicoanálisis nace de una amistad, referencia de Marcos Esnal a las cartas de Sigmund Freud a Fliess.

No todos los psicoanalistas, en sus instituciones, aceptan hablar de la cuestión del chusmerío o comadreo, como le tradujeron a alguien en París.

Cuando evocábamos la relación de Freud con su imagen, y la antipatía que le provocó encontrarse con su propia imagen en el espejo de la puerta del baño de un camarote de tren.

Freud confiaba mucho en la amistad, como única cosa que se puede oponer a la familiaridad. Luego termina legando en su hija Anna, de la misma manera que Lacan en sus hijos.

Esta es la tapa, que da cuenta de un psicoanálisis más divertido (no se notan bien los cuadros del traje de Lacan). Que se opone a la imagen prolija de Freud, que en el film familiar que edita Anna, por ejemplo, nunca está fumando.
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