Los negacionistas distorsionan los datos, usan canallescamente las comillas, usan fuentes precarias y vergonzosas.

Evocábamos a Pierre Vidal-Naquet, medievalista, quien se dedicó a debatir con las ideas de los negacionistas, no con ellos a quienes no considera sus interlocutores; y cuyo libro «Los asesinos de la memoria» es la compilación de los serios estudios que realizó para probar una a una sus falsedades.

Evocando a cierto estilo de los negacionistas, que pareciera que se inicia ya desde el momento de la perpetración. Cuando se hacía la denuncia por la desaparición de una persona la policía respondía al mismo tiempo: Se debe haber ido al extranjero y también: Algo estaría haciendo para merecer esta suerte. Cuestión que aparece en el famoso cuento del Caldero al que hace referencia Freud: Un señor le devuelve a su vecino un caldero que le había prestado y el dueño le reprocha que se lo devolvió roto. A lo que le vecino le responde: Nunca me prestó ningún caldero, por otra parte ya estaba roto cuando me lo prestó.

¿Es legítimo comparar atrocidades? ¿Es menos atroz porque siempre ocurrieron? Es menos genocidio si fueron varios pueblos o etnias los masacrados y no una sola?

Agradecimientos mutuos por el acompañamiento y el compartir intereses comunes. — con David Fuks y Laura Capella Jiménez en Centro Cultural Roberto Fontanarrosa.

Se refirió a la importancia del Equipo Niskor y sus informes.

Abordar el tema del negacionismo me produjo una angustia, nos dijo David Fuks, que podríamos llamar épocal, tardíamente finisecular.

En algunos países el negacionismo está penado por la cárcel o por altas multas. Debates al respecto de si se atenta contra la libertad de expresión.

Diferenció el revisionismo histórico, de la mano de historiadores que cuestionan las visiones canónicas, de la historia del negacionismo que no es de ninguna manera una corriente científica ni nada que se le asemeje.

Se refirió al papel paradójico de Chomsky en relación al negacionismo.